Ayer ví una película que debo de admitir que me encanta y estoy buscando la manera de imitar, no tan literalmente porque es un poco exagerado y por algo esto termina tan mal, la película es «Cruel Intentions» y es una belleza.

 My whole life has been a joke. I prided myself on taking joy in others’ misery. Well, it finally backfired. I succeed in hurting the first person I ever loved. – Ryan Phillipe as Sebastian Valmont

It doesn’t matter it didn’t work at the end, that it «backfired», i just love it.
El hecho de ser una persona que disfruta de la miseria de los demás y que mediante ésta, consigue lo que quiere me divierte bastante, simplemente por el hecho de que al no involucrar sentimientos nada sale mal, nada importa y nada duele. Hagamos una prueba, porqué no? consigo justo lo que quiero mediante la manipulación, no importa cuántas veces tenga que intentar hacerlo para que finalmente pueda lograr mi meta «practice makes perfect», además de que hay algo que me encanta, usan a sus enemigos para poder hacerlos cambiar de opinión y más que nada lastimar a quien se desea. Lo más importante de esto es mantenerlo como un secreto, nisiquiera ellos querrán hablar de eso porque su plan no funcionó como debía.
La regla aquí es dejar antes de ser dejado, esto no debe de crear ningún tipo de arrepentimiento ni dolor, ya que no se está involucrando ningún tipo de sentimiento, dejar antes de empezar a sentir algo y de esta manera nunca quedará cicatriz, así que…¿qué estamos esperando? «Let’s take advantage of everyone around us!»

Cruel Intentions by Roger Kumble (1999)